Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores.
La experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan.
Rodolfo Walsh
¿Cuál fue el caldo de cultivo para el Cordobazo?
En 1969, Onganía había echado por tierra la Comisión del Salario Mínimo, Vital y Móvil, lo que provocó un congelamiento de los salarios; impuso el arbitraje obligatorio en los conflictos laborales y una ley de represión automática para huelgas y conflictos. Además, intervino sindicatos y suspendió sus personerías gremiales, en tanto que modificó la Ley de Indemnizaciones por despidos y aumentó la edad para jubilarse.
Relato de Patricia López, hija del "Negro" Atilio López
“Mayo de 1969 fue muy especial para Córdoba, a principios de mes ya se venía gestando en distintos sindicatos que algo iba a suceder, en especial en el sindicato que conducía mi padre, que era la UTA”. “Él ya había decretado un paro de 48 horas y cuando decía ‘paro Córdoba’ lo paraba realmente”, y añadió que “luego, los de SMATA (Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor de la República Argentina) empezaron a hacer asambleas en distintas fábricas, y en paralelo se empezaron a reunir a los estudiantes universitarios, salían de las aulas y hacían asambleas populares.”
Así se fue gestando el Cordobazo, “mi padre se reunía en mi casa con Agustín Tosco y con René Salamanca, que eran personas muy especiales realmente, que vivían como mi padre la defensa del trabajador”.
“Un día cuando mi padre se va de casa le dice a mi madre ‘agarrá mucha ropa, llevá los chicos a la casa de tu mamá, porque no sé qué va a pasar hoy en Córdoba’. Y mi mamá le pregunta: ‘¿Vas a volver a parar Córdoba?’ ‘Sí, pero ya no solo. Se para totalmente’, le responde mi padre”.
Así se fue gestando el Cordobazo, “mi padre se reunía en mi casa con Agustín Tosco y con René Salamanca, que eran personas muy especiales realmente, que vivían como mi padre la defensa del trabajador”.
“Un día cuando mi padre se va de casa le dice a mi madre ‘agarrá mucha ropa, llevá los chicos a la casa de tu mamá, porque no sé qué va a pasar hoy en Córdoba’. Y mi mamá le pregunta: ‘¿Vas a volver a parar Córdoba?’ ‘Sí, pero ya no solo. Se para totalmente’, le responde mi padre”.
“Por la mañana, empezaron a salir de las fábricas los trabajadores de Fiat, de Renault y de otras fábricas, además de los estudiantes, todos pacíficamente, y en un momento hay un estallido grande y empieza el enfrentamiento con la policía”. Allí donde asesinaron al obrero metalúrgico Máximo Menna.
Atilio López
“Era un simple colectivero que se dedicó a la vida gremial, y mi padre decía ‘el día que yo me muera voy a parar Córdoba’ y nosotros nos reíamos. Y efectivamente, el día que falleció (acribillado con 120 disparos el 16 de septiembre de 1974) dieron asueto durante dos días y Córdoba se paró totalmente. Fue impresionante, cuadras y cuadras de gente, cientos de coronas, fue algo muy especial el entierro de mi padre. Salimos de mi casa a las 14 y llegamos al cementerio San Gerónimo a las 23, porque lo llevaban en andas”, rememoró.
Por último, Patricia recordó el sentimiento de su padre por Perón y Evita, y aseveró que “cuando nos hablaba en la mesa, lo hacía con un énfasis impresionante, tenía admiración, sobre todo cuando se refería a Eva. Y cuando fue a visitarlo a España a Perón, mi padre le dijo ‘General si usted quiere volver, va a ser bienvenido, los obreros lo estamos esperando’”.
Por último, Patricia recordó el sentimiento de su padre por Perón y Evita, y aseveró que “cuando nos hablaba en la mesa, lo hacía con un énfasis impresionante, tenía admiración, sobre todo cuando se refería a Eva. Y cuando fue a visitarlo a España a Perón, mi padre le dijo ‘General si usted quiere volver, va a ser bienvenido, los obreros lo estamos esperando’”.
Fuente: "Tiempo Argentino"