Por qué quiero que Juan Eugenio Ricci sea Intendente en Moreno

Vivo aquí desde 1990. Nunca había ido al consejo deliberante, pero con motivo de una ley de Pierri sobre escrituración gratuita, fui. No me acuerdo qué concejal era el que iba a llevar adelante los casos, motivo por el cual llegué a subir a ese edificio, pero sí recuerdo muy bien que había unas 4 o 5 personas haciendo cola en otra puerta: era la de otro concejal: el Bebe Ricci. Me sorprende la situación y pregunto por qué estaban haciendo esa cola (regalaría algo tal vez?), no, la respuesta que tuve es que era ese concejal escuchaba a la gente humilde.

Más adelante se había desatado un lío espectacular en Moreno porque este señor estaba haciendo una huelga de hambre para que la mutual “El Colmenar” pudiera estar en la calle realizando el servicio comunitario de comunicación que La Perlita se negaba a hacer porque no era rentable.

También renunció a su banca como concejal, para no ser cómplice de una gestión que privilegiaba sus intereses particulares y no los de todo el pueblo.

Este tipo, ahora se postula como candidato a intendente, y a este tipo ahora lo voy conociendo un poco más.

Una de las cosas que él no sólo pregona sino que ejerce, es que la construcción política de liberación se ejerce todos los días, que no hay que esperar a estar en el poder para recién ahí, transformar nuestras acciones en otras liberadoras. Su accionar es transparente en lo público y en lo familiar, su trayectoria y coherencia entre su decir y su hacer es notable. Pero no termina allí mi razón de por qué deseo que Ricci sea Intendente de Moreno.

En su historia siempre se ha propuesto los imposibles partiendo de la nada y esa fue la construcción que logró romper con el mito de algunos imposibles.

En la actualidad, en un ámbito más general lo hemos tenido a Néstor que no llegó a la Casa Rosada para dejar sus ideales en la puerta y ahora a Cristina que no hace otra cosa más que subir la apuesta a favor del pueblo día a día.

Sin embargo este sentimiento de optimismo, de energía positiva, de sentirse abrigados por las políticas públicas, a Moreno no termina de llegar. Aquí la confianza en los políticos locales está muy quebrada, y no parece la gente muy entusiasmada creyendo que gracias a los políticos o gracias a las medidas políticas locales vamos a estar todos mejor. Más bien lo que se respira es una suerte de escepticismo de que aquí las cosas no van a cambiar. Las instituciones están corroídas de corrupción, sin crédito por parte del pueblo. Supongo que habrá responsables de esta decepción que no terminó en los 90 por estos parajes.

Yo hoy “te convido a creerme cuando digo futuro”, y lo que digo es que sí las cosas pueden cambiar. Lo pueden hacer si nos embarramos juntos para salir justamente del barro y eligiendo para las próximas elecciones a quien cree esto mismo.

Ése es Juan Eugenio “Bebe” Ricci.

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Sandra.