NUESTRA AVENTURA POLÍTICA

La ética humanista en contraste con la ética autoritaria se distingue en lo formal y en lo material. En lo formal, se basa en que cada hombre por si mismo puede determinar el criterio sobre virtud y no virtud, y no una autoridad que los trascienda. Materialmente se basa en el principio. de que lo “bueno” es aquello que es bueno para el hombre, y malo lo que es nocivo, siendo el único criterio de valor ético el bienestar del hombre. Erich Fromm, Ética y Psicoanálisis.

El disparador es lo que se llama una situación límite, en la que el hombre, puesto a decidir,  opta o puede optar entre la verdad, el sentido o la burocrática alternativa de quedarse en el molde.  Y ése es el héroe de Oesterheld.  El héroe no existe antes de que las cosas sucedan, no tiene un físico ni una aptitud, ni una cualidad particular:  es un hombre común al que las circunstancias ponen a prueba. En su reacción, se revela para los demás, y sobre todo para sí mismo, como un héroe.  Es el que está a la altura del desafío –miedo incluido, derrota incluida- y sigue ahí, y se hace cargo de lo que cree, de lo que sueña, de sus convicciones y –sobre todo- de sus sentimientos.

En Oesterheld el punto de partida es siempre la cotidianeidad. (Sasturain)

 Aventurar es imaginar, suponer, proponer con riesgo: poner la convicción y el cuerpo detrás de la imaginación, de la invención.  Es decir, hacerse cargo de lo que se crea (y se cree) . . . .  La aventura no es el pelotudeo irresponsable o no, de vivir peligrosa o gratuitamente fuera de reglas o fronteras conocidas, metiéndose en líos o cambiando de trenes, o de minas, de camas o de causas;  sino otra cosa un poco más sutil: tener una aventura es encontrarse en una coyuntura en la que está comprometido el sentido último de la vida personal, y reconocerlo.

Es decir: no es algo que simplemente la pasa a alguien, sino algo que alguien elige que le pase. (Sasturain)

Esto que elegimos que nos pase es nuestra aventura política.

Juan Eugenio "Bebe" Ricci