En la charla nos habló de la construcción histórica de nuestro país en donde dos patrias se han disputado el poder: Una chiquita con centro en el
puerto de Buenos Aires, liberal y dependiente del imperio inglés y la otra,
Arrancó su relato con
En una excelente síntesis, rica en datos históricos, nos conmovió su simpleza y su visión enfocada de la realidad sin desperdicio alguno.
Dos conceptos destacados:
Tenemos la necesidad de hacer vasos comunicantes entre las organizaciones u movimientos sociales y el poder político para no ir al fracaso.
La clave de las luchas populares, la lucha del pueblo, es la que se contrapone a la dominación, la que nunca oprime y construye liberación.
Sigue: en la época del peronismo se instala la categoría de “pueblo”, la de “compañero”, allí donde no hay amo y siervo, en donde se adquiere el reconocimiento mutuo, un reconocimiento como sujeto protagonista de la historia, capaz de soñar y de construir un proyecto común a partir de la pueblada del 17 de octubre de 1945.
Al hablar sobre la dictadura militar genocida del 76 desmitificó la idea que habían instalado de que lo que querían
era combatir a la guerrilla, cuando en realidad el objetivo fue claramente destruir todo tipo de organización social, gremial y política para lograr un pueblo sometido e imponer el proyecto neoliberal.
Se refirió a Alfonsín como un gran defensor de la democracia y con buena voluntad, pero sin proyecto político que contrarreste al neoliberalismo instalado durante la dictadura militar, y como tampoco adhería a éste, fracasó. Tuvo un golpe financiero y mediático por el que debió entregar antes el poder.
Menem acata el mandato neoliberal y en esa época se instala la competencia acérrima, el otro no es más un “compañero” sino un “adversario”, alguien a quien hay que vencer, atropellar y a quien temer.
Mientras tanto, los militantes, como un ejército derrotado, se refugian en lo social, construyendo desde abajo, usando la sabiduría popular.
Llega otra pueblada en el 2001, pero diferente a las anteriores, porque su utopía es negativa: “que se vayan todos”, la política se asume como sucia, entonces que se vayan todos los políticos y la política con ellos.
Pero en el 2003, Néstor Kirchner se presenta como la negación de la negación. Devuelve el sentido político como posibilidad de cambio y comienzan las medidas que dan respuesta positiva a lo expresado en el 2001.
Éstas se centraron en los Derechos Humanos: anulación de las leyes de impunidad. (Se realizan juicios a los genocidas como no se hizo en ninguna parte del planeta en la historia de la humanidad.)
Renovación completa de
Descabezamiento de las Fuerzas Armadas y su reeducación.
Fomento de la industrialización.
Recuperación del Estado, del poder político de él y su consecuente enfrentamiento con los poderes económicos.
Integración latinoamericana.
Recuperación de nuestros símbolos nacionales: porque vuelven a ser nuestros, porque estamos otra vez incluidos en el proyecto.
Cristina lo profundiza.
Dice que es un lujo nuestra la presidenta, que nunca tuvimos un político con la envergadura y la presencia que tiene ella en todos los ámbitos y agrega que muchos nos empezamos a dar cuenta que se va configurando un proyecto de país con la 125.
Luego de la derrota, cuando todo hacía suponer que se iba a comenzar a negociar, hace todo lo contrario y profundiza las medidas:
Estatización de las AFJP, de Aerolíneas Argentinas
Asignación Universal por Hijo
Ampliación del universo de las jubilaciones y aumentos de éstas.
Ley de Medios Audiovisuales (ley emblemática de la nueva democracia participativa, construida desde abajo)
Existen hoy nuevos indicadores de la profundización:
La ley de desaparición forzada de personas
La extensión de la ley de quiebras para las fábricas recuperadas
Y la participación política en las empresas con acciones del estado.
Como todo proyecto humano, aclara, el proyecto popular está plagado de contradicciones. Pero no hay que confundir la parte con el todo y en las desviaciones se debe luchar para contrarrestarlas desde adentro. Teniendo conciencia de que una cosa es lo que queremos y otra muy distinta lo que podemos, aunque mucho de lo que hoy vivimos hace un tiempo creíamos que
era imposible, hay que construir fuerza popular para lograr vencer las barreras de lo imposible.
Debemos tomar conciencia que la política es lo que transforma la vida del pueblo, por lo tanto hay que meterse, y si las puertas están cerradas, hay que patearlas.
Defender el modelo, es construirlo desde abajo y desde arriba, dos facetas en permanente comunicación, superando el individualismo y anteponiendo lo colectivo.
Y ya en el cierre de la jornada, Rubén dio su explícito apoyo a Bebe Ricci Intendente 2011.
ResponderEliminarGracias por todo Rubén!!!